martes, 12 de agosto de 2014

Atracción

                                    

   Por mucho que la dejadez intentó alejarlos el uno del otro ésta no lo consiguió dado que se dieron cuenta que aún les unía una creciente atracción seguida por una irrefutable apetencia surgida entre dos almas recubiertas de pasión…Sus miradas expresaban vehemente lo que sus cuerpos llevaban tiempo anhelando. No obstante, se dejaron atrapar por un irrefrenable deseo…Cuando los labios del hombre se posaron febrilmente sobre los de la mujer ésta tembló dulcemente ante la premura de aquel beso voraz que la impulsó a pedirle más. Él no dudó en corresponderla con sumo dulzor incitándola a paladear el sabroso néctar de la excitación que fluía de sus exaltados cuerpos envueltos en jadeos y suspiros entremezclados aderezados con intensas caricias y fogosas acometidas las cuales les llevó a alcanzar el clímax.


 © Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.

          I Llámalo pasión. Llámalo deseo… Pero en mi ya no nace Dibujar   un sol embriagador Allá donde sólo hay nubes negras. ...