sábado, 2 de agosto de 2014

Impulsos

                           
                            


   Nos embarcamos en una extraña aventura recubierta de deseo, la cual nos proporcionó una vida de ensueño que embriagó nuestro corazón, puesto que nos dejamos embelesar por una espiral de emociones que nos impulsó a disfrutar de todo cuanto poseíamos incluso de aquel presente rebosante de felicidad. No dudamos en entregarmos a esa pasión pensando en que lo nuestro nunca moriría... Pero algo sucedió y todo se tornó en  frío y lluvia…



 © Propiedad Intelectual. Charlotte Bennet.

          I Llámalo pasión. Llámalo deseo… Pero en mi ya no nace Dibujar   un sol embriagador Allá donde sólo hay nubes negras. ...